Vamos allá con una serie de corta-pegas de varias entrevistas empastados por el dr. Umami Recopetín. Ya tenemos aquí al lado a Willie Nile en su unstoppable never ending tour a través de los mares cósmicos. Eventos absolutamente recomendados.
Acerca de WILLIE NILE: “Su historia es la historia de un músico que podía haber naufragado para siempre. Desembarcó en Nueva York -procedente de Buffalo- ansioso por convertirse en un trovador de la calle en el Nueva York en aquella década de los setenta que abandonaba el folk para ir cayendo en las garras afildas del Punk. Se instaló en un apartamento en el Lower East Side, cerca de la legendaria sala de conciertos CBGB, donde bebió de las fuentes directas del punk y el rock urbano neoyorquino, con su alma callejera y romántica. “Llegué a tocar allí mientras pasaba varias noches viendo a los Ramones o Television”, cuenta. Aunque guarda el recuerdo más triste de su vida de una de esas desgraciadas noches en Manhattan: “Tenía mi estudio al lado del de Lennon mientras grababa mi segundo disco. Un día me pidió el piano con el que el grabaría su famosa canción «Instant Karma». Al día siguiente, estaba yo ensayando en ese mismo piano cuando llamó David Geffen y dijo: Han matado a John. Mi cabeza voló. Me pasé toda la noche tocando ese piano entre lágrimas» (8 de Diciembre de 1980, fecha que en esta casa nunca se olvida)
En esa época grabó un par de discos pero tuvo que dejarlo por falta de éxito y dificultades de todo tipo para abrirse camino. Se buscó un trabajo NORMAL, aunque entre las 4 paredes de su oficina seguía obsesionado por la música. Desde entonces dió varios tumbos, tuvo tiempo para asquearse peleando contra la idea del fracaso, volviendo a grabar de manera esporádica. Pero hete aquí amigos que el destino se nos aparece con el disfraz menos esperado a la vuelta de cualquier esquina y fué en 2006 cuando sacando fuerzas y talento de vete a saber donde, publicó el seminal y aclamado como joya por una minoría: «Streets of New York» Elevándole a las alturas.
Desde entonces solo se le ha oido decir: Estoy feliz por no haber abandonado nunca mis sueños, y estar donde estoy, haciendo algo de mi mejor música y viajando.
Y un hombre en este estado es lo que nos vamos a encontrar el próximo mes de mayo. Ahora está rueda que te rueda, colonizando ciudad por ciudad a razón de uno o más conciertos por día: En la calle, en tiendas de discos, sobre el escenario… En esta ocasión presentará las canciones de “American Ride” su último album, a punto de salir y grabado en buena parte gracias a las contribuciones económicas de sus fans.
A pesar de su condición de gran estrella del Rock n’ Roll y de que todo el mundo que acude a sus conciertos sale de mega-subidón, sus conciertos no suelen meter a mas de 50 ó 60 personas. Es un outsider que nunca alcanzará la fama.
Hoy en día podemos ir a cientos de conciertos y dejarnos decenas de euros en la entrada, pero solo en unos cuantos encontraremos algo auténtico y verdadero, y este es uno de ellos. Willie es alguien a quien en los momentos previos al show se le ha oido decir: QUIERO VOLAR EL TECHO DE LA SALA. Es de los que siempre sale con el machete entre los dientes a pesar de que haya tan solo 15 personas de audiencia en cualquier bar de una ciudad perdida. Cuando un periodista le preguntaba en la previa de su anterior gira española qué es lo que el público iba a encontrarse la noche del show, el respondía: «Habrá levitaciones, los corazones explotarán, los ojos sangrarán, las personas caerán enamoradas o, si han bebido demasiado, simplemente al suelo. Será una noche de caminar sobre el alambre, de amor a primera vista, de romance salvaje y de humor y de pasión, de preocuparse por el resto de nuestros hermanos y hermanas. Habrá canciones viejas y nuevas, y sobre todo habrá canciones que todo el público podrá cantar desde lo más hondo de sus pulmones»
A pesar de ser poeta al origen, en sus canciones como en las de los mas grandes, los de super-talla, a las cosas se las llama por su nombre. Sin pudor. Amor, paz, esperanza, creación y luces que se apagan. Escribe desde la gratitud, sin quejarse o lloriquear sobre su circunstancia como la mayoría de indies atormentados.
Respecto a su anterior disco (The Innocent Ones) y en sus propias palabras: “The title track refers to the innocent victims around the world of man’s inhumanity to man, whether through war, neglect or ignorance. And though a serious subject, Nile makes it an uplifting rock anthem. “It’s an album with a number of songs dedicated to the downtrodden, the forgotten, the outcasts, the hopeless, the innocent ones”, says Willie. I wanted something hopeful and upbeat. I wanted to fire a shot across the bow of Sorrow and say ‘O no you don’t. Not so fast.’ Life’s tough and there’s a world of injustice out there, yeah I know, but we can make it better. It can be done.”
“ Esos inocentes de los que habla el título son las víctimas de la falta de humanidad del hombre para con el hombre. Una falta de humanidad que puede manifestarse a través de la ignorancia, la negligencia, la crueldad… Quise componer una canción esperanzadora, algo que te haga sentir bien mientras lo escuchas a pesar de que te haga ser consciente de lo crudas que son algunas realidades que aún hay en nuestro mundo”
Este enanito de talla sobrehumana nos demuestra que, si existe un arma esa es la música.
EL RECOPETÍN 
Un placer leer sobre Willie Nile, los últimos discos me gustaron bastante. Saludos.
Anoche Willie Nile y su peña volaron el techo de la sala en Cangas do Morrazo y nuestros sesos se elevaron al infinito dejando un maravillos tufo a umami.